Desde www.lacasadete.es estrenamos un nuevo blog y, como no podría ser de otra forma, nuestra primera entrada se la vamos a dedicar a la preparación del té.
Para nosotros lo más importante para preparar correctamente un té son los siguientes factores:
Debéis tener en cuenta también el control de la temperatura del agua, la cantidad de té y el tiempo de infusión.
Por regla general se sirve entre 2,5 y 3 gramos por taza de té. Esta cantidad puede variar dependiendodel gusto personal y el tipo de té que estemos preparando. Si no disponemos de una balanza podemos usar la medida de una cucharadita de té por cada taza.
Tened en cuenta que cuanto más grande sea la hoja, mayor volumen tiene y, al revés, cuanto más pequeña, menos peso y más intenso suele ser el sabor. Para estos últimos casos usaríamos una cucharita más pequeña.
Existen muchos mitos acerca de cuál es la mejor agua para preparar el té. ¿Debemos usar agua embotellada? ¿Debemos usar agua del grifo? ¿Debemos hervir el agua? Los sabios del té nos indican que es importante que el agua que usemos tenga mucho oxígeno. Es por ello que dicen que la mejor agua es la que proviene de un manantial de montaña, le sigue la que procede del río y por último, la que viene del pozo.
Seguramente para la mayoría de nosotros sea difícil conseguir agua de un manantial de montaña, por lo que creemos que las mejores opciones son las siguientes: o el agua embotellada de mineralización débil o el agua del grifo filtrada.
Respecto a la temperatura, será distinta dependiendo del té que estemos preparando. Más adelante abriremos un post profundizando en este tema.
Son muchos los factores que debemos tener en cuenta para elegir los mejores utensilios para la preparación de té. En este blog iremos profundizando en cada uno de los utensilios, os contaremos su historia, sus evoluciones y su uso en nuestro ritual.
Para poder hacer un buen té necesitamos los siguientes:
El primer paso es medir la cantidad de té necesaria y templar la tetera. Para ello echamos un poco de agua caliente y movemos la tetera para que se impregne completamente de forma que la misma comience a calentarse. Dejamos el agua unos minutos y a continuación la vaciamos.
A la vez que realizamos todo este proceso con la tetera, en otro recipiente calentamos el agua que vamos a echar posteriormente para el té. Le medimos la temperatura hasta que la tengamos en el nivel adecuado para la variedad de té que vamos a consumir, colocamos las hebras o el infusor dentro de la tetera y vertemos el agua por encima.
Dejamos infusionar el tiempo indicado para ese té. Cuando se consuma este tiempo, retiramos elinfusor o filtramos el té (si no hemos empleado un infusor) para que no supere el tiempo de infusión.
Por último, servimos nuestro té en la taza y sólo nos queda disfrutar.