Seas o no apasionado de los tés o las infusiones, seguro que estás aquí porque te gusta experimentar sabores nuevos y no sabes si puedes mezclarlos. La respuesta es sí, puedes, pero siempre teniendo en cuenta los diferentes tipos de infusiones y sus características.
El mundo de las infusiones es realmente amplio, pero resumiendo hay dos grandes categorías:
Además, cada grupo requiere de tiempos y temperaturas diferentes; los tés fuertes se preparan con agua a altas temperaturas y sus tiempos de reposo son más prolongados; mientras que los delicados, se preparan con agua a bajas temperaturas y necesitan menos tiempo de reposo.
La mezcla de estas dos categorías de infusiones opuestas puede provocar sabores indeseados y una peor preparación de éstos. No es imposible que funcionen, pero sí que requiere un mayor esfuerzo para que la mezcla sea correcta
Sin embargo, mezclar categorías de tés e infusiones compatibles da como resultado un té mixto con diferentes sabores consiguiendo potenciar los beneficios. A base de probar, acabarás consiguiendo un sabor único. Ahora bien, escoger infusiones de la misma categoría, pero con funciones opuestas, no es ni beneficioso ni tiene sentido mezclar una infusión relajante con una revitalizante. Un ejemplo de buena combinación es valeriana con melisa, siempre y cuando se haya preparado adecuadamente, puedes consultar nuestro anterior post de cómo preparar un buen té.
El caso es que, si te gusta probar sabores nuevos, debes ser consciente de que habrá muchos que te gusten y otros que no salgan con un buen sabor. Y un último consejo, si te gusta mezclar ciertas infusiones, pero el sabor no te agrada, puedes añadir un toque de limón, menta, canela, miel…
Y si te da miedo o necesitas más consejos puedes ponerte en contacto aquí o echar un vistazo a nuestras propias mezclas de infusiones. ¿Te atreves a probar?